Algunas empresas defienden, que la gestión de cobros la debe desarrollar el equipo de
ventas, sin embargo, esto puede dar lugar a un conflicto de intereses. En este
caso, el cobrador debería poner límites al cliente y acometer la gestión de
cobro si el cliente se retrasa en el pago.
Cuando el comercial es el responsable de reclamar el pago pendiente, el
cliente podría decir "me estuviste insistiendo para que te comprase el
producto, cuando te dije que me venía mal y ahora me exiges el pago",
diluyendo así la gestión de ventas y la de cobro, al verse comprometido el
propio comercial.
Un cambio de interlocutor, permite afrontar la gestión de cobro con mayores posibilidades de éxito,
evitando que el cliente se acostumbre a ser tratado por las mismas personas que
le venden. Por este motivo, desde Servicobro aconsejamos externalizar la
gestión de cobro a personas o empresas no pertenecientes al equipo de ventas,
quienes desde un punto de vista objetivo, sabrán acometer la gestión del impago
de forma directa y sin compromisos.
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